Venimos de un lugar donde se nos enseño a ser juzgados con facilidad, un llamado que impregnó a la tierra para hacernos caer en la desdicha de ser inferiores, de no ser suficientes. Ocultando un poder que late en cada uno de nosotros, una semilla creativa digna de la creación De Dios.
Necesitamos evolucionar a través del poder personal adquirido, tomar acciones y firmeza sobre nosotros mismos para poder materializar la realidad que queremos crear.
Conectar con nuestro potencial espiritual para que nos guíe en que hemos venido a hacer a este mundo, somos los ojos De Dios, tenemos la capacidad de conectar el mundo exterior con nuestro mundo interior para darle forma a una verdadera creación consciente.
Podemos cambiar la falsa creencia de que estamos en manos del destino, dejando morir todo aquello que ya no nos aporta y convirtiendo los elementos que nos rodean en la alquimia necesaria para encontrar un nuevo centro dentro de cada uno de nosotros. La vida exige una transición a nuevos caminos que se están abriendo ante nosotros y si no cultivamos nuestro poder seremos incapaces de verlos.
La estrella me indica un rayo de esperanzas que se posa sobre mi para hacerme despedirme de toda identificación, para desnudarme de cualquier pretensión y abrir mi luz allí donde se me requiera.
En las fotos, jugando con Olmo